El papel de la universidad es estratégico en el paisaje después de la pandemia

El papel de la universidad es estratégico en el paisaje después de la pandemia

Doce son las peticiones a las que la sociedad debería dar respuesta para reforzar la formación y la gestión del talento en la educación superior. El papel de la universidad es estratégico y su posición, clave como motor del desarrollo económico y social y garante del estado de bienestar en una era crítica como la de la pospandemia.

El presidente del Consello Social de la UDC y presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS), Antonio Abril Abadín, realiza estas reflexiones en el marco del artículo ‘Qué espera la sociedad de su Universidad’  incluido en el libro ‘Aún hay tiempo. Paisajes para después de la pandemia’ (EDUAL, Universidad de Almería, 2021) que se acaba de publicar.

Esta obra, impulsada por la Universidad de Almería con el apoyo de Obra Social La Caixa, recoge los análisis y propuestas de 17 personalidades y referentes de la política, la empresa y el pensamiento. Entre otros, se incluyen las opiniones de las vicepresidentas del Gobierno de España, Nadia Calviño y Teresa Rivera; el filósofo Josep Ramoneda; el ex ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; o Mariola Urrea, profesora titular de Derecho Internacional Público y Unión Europea de la Universidad de La Rioja.

 

Medios y reformas en la educación superior

Este libro pretende “incitar a la reflexión y al pensamiento crítico previo y a la más que necesaria acción individual y colectiva” tras una pandemia que ha afectado a todos los ámbitos de la sociedad española, aseguran sus editores, José Guirao, ex ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España, José Guirao, y Magdalena Cantero, ex presidenta del Consejo Social de la Universidad de Almería (UAL).

En su análisis, el presidente de CCS, Antonio Abril Abadín, reitera que la universidad pública es de la sociedad, que la financia mayoritariamente, y le corresponde la responsabilidad de dotarla de medios, “financieros y de todo tipo”, para que pueda “estar en condiciones de hacer frente y dar respuesta adecuada a los desafíos que plantea un servicio público de educación superior en este mundo global, tecnológico y competitivo que nos ha tocado vivir”. Entre ellas, “introducir las reformas necesarias” para evitar que la generación de talento, investigación y competitividad se resienta.

 

El papel de la universidad es estratégico

Abril Abadín desarrolla en su artículo las 12 peticiones que son imprescindibles para que la universidad pueda asumir y desarrollar el papel estratégico como institución clave en la formación del talento como capital humano que asegurará el futuro de nuestras empresas y nuestro bienestar social.

Entre otros aspectos, destaca como primer punto, que “el talento de nuestro capital humano, y no éste o aquél sector de la actividad económica, es el verdadero impulsor de la economía y de la generación de empleo.” Las empresas no son otra cosa que “la suma del talento agregado y ordenado de sus trabajadores y la productividad y competitividad del conjunto de las empresas es la medida real de la situación económica de un país”. El presidente del CCS insiste en sus reflexiones en la obra ‘Aún hay tiempo. Paisajes para después de la pandemia’ que la pandemia vírica que está asolando el mundo, y muy especialmente a la sanidad y a la economía españolas, “no puede afectar al talento de nuestras personas, que tiene que ser la base de nuestra recuperación”.

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