José Manuel Pastor Monsálvez: “El Sistema Universitario Español desarrolla su actividad en un entorno menos propicio que la UE”

José Manuel Pastor Monsálvez: “El Sistema Universitario Español desarrolla su actividad en un entorno menos propicio que la UE”

El Catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y Profesor Investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), José Manuel Pastor Monsálvez, director del informe «La contribución socioeconómica del sistema universitario español», será el encargado de presentarlo en el University-Industry Interaction Forum el próximo 20 de febrero (a partir de las 11 horas) en el Hotel Eurostars Atlántico de A Coruña.

Si tuviera que describir en un par de frases cómo se encuentra el entorno socioeconómico del sistema universitario en España en la actualidad, ¿cómo lo resumiría?

Sin duda, lo definiría como relativamente desfavorable. El Sistema Universitario Español desarrolla su actividad en un entorno menos propicio que la media de la UE y en especial respecto de las economías más avanzadas. Las singulares características del aparato productivo, el peor funcionamiento del mercado de trabajo, los menores recursos destinados a I+D y el escaso desarrollo de la sociedad del conocimiento influyen negativamente en la demanda de trabajadores con estudios universitarios, el tipo específico de cualificaciones requeridas, las posibilidades de inserción laboral de los universitarios, el desarrollo de las actividades de I+D o la transferencia de conocimiento de las universidades.

¿Existe la sobrecualificación en España? ¿Cómo afecta?

Totalmente. En España, el 37% de los trabajadores con estudios superiores empleados en ocupaciones para las que no haría falta tanta formación. Ese grado de sobrecualificación está 14 puntos por encima de la media de la UE y dobla el existente en una docena de países miembros. España es, de hecho, el país de la UE con un mayor porcentaje de sobrecualificación. Esta sobrecualificación surge como consecuencia de un tejido productivo incapaz de absorber todo el capital humano generado en las universidades e influye negativamente en la decisión de los individuos de realizar estudios universitarios y, en consecuencia, en la demanda de estudios universitarios. Pero esta no es la única razón, sino que también revela el insuficiente nivel de competencia de algunos universitarios. En este sentido, los datos de PIAAC muestran con claridad que un porcentaje relevante de personas con estudios superiores en España tiene carencias en competencias básicas como las matemáticas o la comprensión lectora. Similarmente, los datos PISA también muestran que muchos individuos terminan la enseñanza obligatoria con deficiencias. Resulta evidente que la solución pasa tanto por alinear el tipo de capital humano generado en las universidades con los perfiles demandados por las empresas, como con información a los individuos sobre la empleabilidad de las titulaciones para que elijan aquellas más demandadas por las empresas y la mejora en los niveles de competencias de los universitarios.

Hablamos de empleabilidad. ¿Está España en el camino correcto para garantizar un buen futuro profesional a sus estudiantes?

Los datos del estudio muestran que las tasas de paro de las personas con estudios superiores han sido, de modo sistemático, mayores que en la mayor parte de economías europeas. Pero también es cierto que las tasas de paro son mayores en todos los niveles de estudio y no solo en los superiores. Sin embargo, los datos revelan que en España, disponer de un titulo universitario aporta ventajas significativas en términos de empleabilidad. Los universitarios en España, no solo tienen mayores tasas de ocupación y de actividad que otros colectivos con menor nivel de estudios, sino salarios significativamente superiores y empleos más estables. En este sentido, el camino para proporcionar lograr un buen futuro profesional en España para los ciudadanos pasa de forma ineludible por la formación, en general, y la universitaria, en particular. Las mejoras en la empleabilidad deberán de venir de la mano de un mejor ajuste entre la formación que se oferta en las universidades y las demandas de las empresas, pero también por cambios significativos en las características del tejido productivo, que deberá orientarse mas hacia sectores más intensivos en conocimiento.

Relación Universidad-Empresa. ¿Estamos en un lugar óptimo? ¿Cómo mejorarla?

Sin duda este es uno de los aspectos a fortalecer en España. Las empresas deben considerar a las universidades como socios prioritarios, tanto en sus actividades de investigación, como en su papel de demandantes de los recursos cualificados que se generan en las universidades. A su vez, las universidades deberán de analizar las necesidades de las empresas para ajustar sus servicios a sus demandas. La responsabilidad de que las relaciones Universidad-Empresa no sean tan intensas como sería deseable es compartida.

La importancia del I+D+i es innegable, pero parece que a veces los recursos que se destinan son insuficientes. ¿Estamos a la cola de Europa en lo que se refiere a la financiación en este ámbito? ¿Cuál es la solución?

Efectivamente, España ocupa la decimoséptima posición de la UE en términos de recursos destinados a I+D. Las ultimas cifras disponibles revelan que el gasto total en I+D representó el 1,2% del PIB de España, poco más de la mitad de la media en la UE (2%). Este dato indica no solo que sean recursos insuficientes, sino que además se dedican muchos menos recursos que la media y menos de la mitad que economías avanzadas como Suecia (3,3% del PIB), Austria (3,1%), Alemania (2,9%) o Dinamarca (2,9%). En el estudio encontramos que mientras que el esfuerzo inversor que España realiza el sector Enseñanza Superior o de la Administración Pública es relativamente similar a la media de la UE, mostramos una posición de desventaja en términos del esfuerzo en I+D que realizan las empresas, con un peso en el PIB del 0,64% frente al 1,32% del conjunto de la UE o los valores superiores al 2% en países como Suecia, Austria o Alemania. La solución no es fácil pues, de nuevo, pasa por un cambio en el tejido productivo, no solo en términos de orientación sectorial virando hacia sectores mas intensivos en conocimiento, sino también en cuanto a tamaño de las empresas, pues está empíricamente demostrado que son las empresas grandes las que realizan actividades de I+D con mayor intensidad.

¿Cuáles son las reformas legislativas imprescindibles para incrementar la competitividad de la economía española?

Las ganancias de competitividad precisan de incrementos de productividad, y las ganancias de productividad pasan por la innovación y la flexibilidad. Solo así podrá rebajarse la carga de la deuda, financiar el estado de bienestar, garantizar la sostenibilidad de las pensiones y, al mismo tiempo, generar empleos de calidad. Las reformas legislativas necesarias abarcan ámbitos tan diversos como las tendentes a mejorar la eficiencia de los mercados financieros, eliminación de las asimetrías regionales en la financiación autonómica, racionalización de las infraestructuras, mejora en el funcionamiento del mercado laboral que elimine la dualidad contractual, reformas en el mercado eléctrico e inmobiliario, reformas en las universidades, tanto en la financiación como en la promoción de la investigación y en el fomento de la transferencia de resultados de la investigación de las universidades, etc.

Al final, parece que todo se centra en resultados económicos, ¿pero cuáles considera que son los principales beneficios sociales que aporta la Educación Superior en otros ámbitos?

A mi modo de ver uno de los principales beneficios sociales que revela el informe es la constatación del importante papel social de la universidad como ascensor social que permite mejorar el nivel de vida de los individuos respecto del que tenían sus progenitores. Este aspecto es determinante en la medida en que contribuye a la igualdad de oportunidades de los ciudadanos o al menos reduce notablemente las desigualdades. Pero el informe también constata los importantes beneficios en muchos otros ámbitos, como el hecho de que los universitarios tienen ventajas de inserción laboral, menor riesgo de pobreza y exclusión social, comportamientos más altruistas y participativos, gozan de mejor estado de salud, tienen mejor conciencia medioambiental y respeto por el medio ambiente o muestran mayor interés por todo tipo de actividades culturales manifestado en mayor gasto en cultura, más apoyo a la cultura y mas tiempo dedicado a actividades culturales. Asimismo, uno de los aspectos que también me gustaría destacar por su relevancia social es la contribución tan destacada de la Universidad en la reducción de la desigualdad de género en muchos ámbitos. Así, el estudio revela que apenas existen desigualdades de género en términos de participación en el mercado de trabajo en el caso de hombres y mujeres universitarias. Similarmente, la brecha de genero en paro, salarios o tiempo destinado a labores domésticas es notablemente inferior en el caso de hombres y mujeres universitarias y no solo eso, el estudio muestra que los universitarios muestran creencias y actitudes mucho mas favorables a la igualdad de genero.

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